LA VIDA DURA EN VERDAD BIEN POCO

En el supermercado entre abuelitas la espesura del bosque se hizo un claro: la vida dura en verdad bien poco ya lo sabes. La esencia de los días en presencia de ofertas de lleve dos por uno. Perdidos los ritmos de nuestron corazón caemos de forma irremediable en los del pensamiento ignorante, y cautivo de ese tiempo abase de reloj y prisas un tiempo pensado adrede para el olvido. La vida dura en verdad bien poco, así que es recomendable desobedecer, soñar, amar, oler desnudarse sobre la marcha y sumergirse en el amar o en las pozas de aquel río de la infancia, enterrar las semillas con la manos, remover la tuierra agradecerle su fertilidad, abrir el corazón para que cada instate impulse un pensamiento nuevo y dilate el tiempo y la luz nos alcance para los días de invierno.

Qué gran verdad entre tanta materia: la vida dura en verdad bien poco.