DE REINA DE LA PATAGONIA A REINA DEL TIBET

A veces es muy fácil sentirse querido, y se presenta así, con la normalidad de un correo electrónico hablando de las cosas cotidianas de un viaje nada cotidiano. Ese instante lo saboreas y lo aprecias como un pequeño tesoro que guardarás para las malas tardes.
Cada frase está impregnada de una atención de un cariño que sólo un olfato sutil es capaz de rescatar del aire que libremente alberga cada letra. Hoy recibí noticias de mi querida y admirada LINA, quienes tenemos la suerte de conocerla nos sentimos honrados y es que resulta complejo compartir un tiempo y saberle sacar todo el provecho, como fue nuestro caso durante el viaje a través de la Patagonia. De ahí la ilusión que he depositado en este nuevo viaje al que me han aupado ellos, “los Ferrandis”, y cada día que pasa siento como la inquietud revolotea por mis intestinos y mi cabeza ya anda metida en lecturas y mapas. (Por cierto he comprado una cámara nueva para cuando la reina reciba los títulos del Tíbet y de las altas cumbres). Por lo visto, dada la altura a la que vamos a estar no necesitaremos vacunas, sólo cuidado con el agua y repelente de mosquitos. Algo parecido a la Estancia Menelik en la estepa donde el agua de la ducha salía marrón,hacía un frío de mil demonios pero una vez repuestos fue de las noches y los días que más dentro nos han calado. ¿O es qué ya se nos ha olvidado Pepe el partido patagónico en el que humillamos a unos orgullosos argentinos?

CALENTANDO MOTORES

Creo que ya va siendo hora de iniciar el viaje. De comenzar a preparar el alma para mimetizarse con nuevas tierras, de comenzar el sueño, los cosquilleos y las ganas por engullir información, buscar mapas e imaginar otros atardeceres. Ya va siendo hora de repasar que me falta por hacer, algo así como solucionar lo del visado, las vacunas, y ante todo esos pequeños detalles que acaban por olvidarse y que una vez allí recuerdas la lista que no consultaste de tantas como hicistes.

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LA MUERTE SALDA LAS CUENTAS PENDIENTES

Un poema de Antonio Carrillo

Te fuiste con tanto dolor y tanta grandeza
que sólo a mi huérfano corazón le resta
esperar el momento que contigo tenga
esa conversación que tanto espera,
ese diálogo que una vida entera
no supo conquistar, como el océano
conquista, con paciencia, la tierra
en la que espera la orilla, huérfano,
en que reposa en silencio la arena.

Quisiera ser, en esta hora, la quilla,
la caracola o la sirena que despojada
de su alma primera en la orilla
espera el consuelo de una mano
que con ternura la sostenga.

Si en esta noche estrellada
una lágrima del lacrimal se enerva
y soltarse de la rienda quiere
que de la brida le retiene
prometo dejarla escapar libre, primera,
llanto eterno por una memoria viajera
que quiso llegar antes a una meta
en la que yo quiero volver a verla.

PD: el título del post es una libertad que yo me he tomado y que espero no moleste a Antonio.

ESTABA AHÍ....... EL MUY CABRONAZO

Escrito leido por Hector durante la ceremonia de ayer en nuestro pequeño homenaje.

Yo fui y soy alumno de Evaristo porque nunca dejaré de aprender de él, fue mi mentor literario y... le debo tanto...

Todos los aquí presentes aprendimos mucho de Evaristo, yo, entre muchísimas cosas, aprender a conocer a Eduardo Galeano...

Así pues, paso a leer uno de mis relatos preferidos...

No quiero que sea un relato de despedida sino de permanencia...

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


Evaristo ha sido uno de esos fuegos... una lucecita que nos alumbró a muchos de los aquí presentes. Allá donde estés, ya sabes viejo... seguirás siendo uno de mis fueguitos preferidos.

A MI AMIGO EVARISTO QUE SE HA IDO EN SILENCIO COMO LA BUENA GENTE

Hola, me llamo Luis y soy amigo de Evaristo y lo primero que se me ocurre decir es que se ganó la vida practicando el arte de enseñar a pensar, de enseñar que la vida es ingenua, curiosa, provocativa, dura en muchos casos y que todo eso y más residía en la palabra y ese profundo amor y conocimiento lo transmitía con la delicadeza de los sabios. Pero mi amigo Evaristo, nuestro amigo Evaristo tenía una pasión, su campo, y convirtió en vergel una desolada cuesta del término de Chiva. Con tesón, humildad y cojones, porque desplazar dos cubos de agua unos setenta metros cuesta arriba para regar un pino, no me digáis que no tiene cojones y desde luego mucho amor porque no siempre la tierra era agradecida. Luego llegó la hora de la tecnología y no le faltaba de nada, hasta aparentaba un poco al señorito andaluz que llevaba dentro.

Yo quería a Evaristo porque ante todo era buena gente, porque te sentías rápidamente acogido y experimentabas una sensación de bienestar. Yo quería a Evaristo porque era apasionado, lúcido y las conversaciones podían ser interminables. Era trasgresor y un provocador, lo que resultaba tremendamente sugerente pues te invitaba a mirar con otros ojos. Yo quería a Evaristo porque compartíamos un rinconcito para los sueños.
Estoy seguro que si cada uno de vosotros y de vosotras expresarais una sola idea sobre él , una anécdota, un recuerdo no habría bastante con el día de hoy . Los recuerdos nos unen a él y a nosotros para así mitigar el dolor. Eso es bueno
El domingo pasado me acerqué nuevamente hasta su casa. Descansaba tranquilo en la cama y de aquel encuentro escribí unas palabras que ahora quiero leerle.

EN LA MIRADA DULCE

Mientras regreso en tren con la serenidad
de que nada podré para evitar tu marcha
siento el calor de tu mano
y tu respiración agitada
luchando contra el tiempo.

Ha sido bello poder conversar como solíamos
dejando libres los latidos que alimentan el alma,
ha sido bello dejarme caer sobre tu oído
mis labios asomados a ese
acantilado de silencios
para decirte amigo, que no temas el viaje
que en el puse mi amor
y sellé en un beso para siempre,
como si siempre fuera la eternidad,
el abrazo más fiero y la mirada más dulce.

Ha sido bello alejarme de ti subido a un tren,
tú ya me entiendes.

CAMINO DE LADAKH: EL PEQUEÑO TIBET

Hace unos minutos acabo de hablar con Pepe. Definitivamente pasaremos el mes de agosto en el norte de la India, concretamente en el estado de Ladkh. Hoy, al contrario que en el viaje a Patagonia no somos unos desconocidos, por ello estamos contentos, diría que entusiasmados con el próximo viaje que compartiremos. Ahora iniciamos un tiempo nuevo pero sin necesidad de cuenta atras,es un instante, un latido que nos dice que,hay que comenzar a documentarse palmo a palmo, es la forma de alargar el sueño de viajar, alimentarlo con la imaginación de los paisajes, las gentes, la comida, las montañas desoladas que están por venir.

Ladakh es reconocida por la belleza de sus montañas remotas y su cultura. A veces es llamada el «pequeño Tibet» ya que ha sido muy influenciado por la cultura tibetana. En el pasado Ladakh tuvo importancia por su ubicación estratégica en un punto de cruce de varias importantes rutas comerciales, pero desde que las autoridades chinas cerraron a mediados de la década de 1960 las fronteras con Tibet y Asia Central, el comercio internacional ha mermado. Desde 1974 el gobierno de la India ha promovido el turismo hacia Ladakh aunque la zona todavía es un territorio disputado entre India y Pakistán.

La población más grande de Ladakh es Leh. Una mayoría de los ladakhis son budistas tibetanos y la mayoría del grupo restante son musulmanes Shia. En tiempos recientes los ladakhis han solicitado que Ladakh sea organizado como un Territorio de la Unión por sus diferencias religiosas y culturales con respecto a la Cachemira predominantemente musulmana.