lunes, 31 de diciembre de 2007

CASI CASI AL FINAL- donde todo parece precipitarse al vacío

Hace unas horas que he llegado a Punta Arenas la segunda ciudad más austral de América del sur. Es verano, eso dicen porque hace un frío que pela y hay que llevar encima toda la ropa que se puede. hemos salido esta mañana del Parque Nacional de las Torres del Paine donde hemos estado los tres días anteriores así que se agredece una cama después de los días de tienda de campaña. Nos ha hecho un tiempo irregular y en un mismo día hemos pasado del calor al viento frío y a la lluvia. Si la mole del Fritzroy fue una maravilla, las Torres y los cuernos del Paine son otro desafío impresionante. Paredes de granito que alcanzan los 1000 mts. La caminata duró 9 horas e hicimos alrededor de 22 km pero lo realmente duro fue salvar un desnivel de unos 500 mts atravesando una morrena. El camping tenía unas vistas maravillosas y se respiraba un ambiente montañero muy fraternal. A estas alturas los lagos me parecen de lo más normal, tanto sus colores como su extensión es curioso que pronto nos acostumbramos. Esta tarde hemos visitado la pinguenera del seno de Otawei una exteníón verde sin fin que acaba en las aguas del fiordo. Por fin las aguas del pacífico. Una pasarela de madera nos ha acercado a esa criaturas tan dulces y graciosas que ahora están en plena crianza. No hemos podido entretenernos demasiado pues se levantón un viento terrible acompañado de lluvia. Hoy hacemos noche aquí a orillas del estrecho de Magallanes , mañana lo atravesamos y dormimos en el lago escondido cerca de Usuhaia donde celebraremos la noche vieja. Ahora me voy a cenar una merluza negra. Cuando por ahí son cerca de la una de la noche FELIZ AÑO NUEVO. Como curiosidad el otro día nos costo cinco horas atravesar las froteras de Argentina y Chile y nos quitaron unos cuantos sobre de jamon y otros embutidos que teníamos para la cena de mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bien Luis, veo que vas a volver hecho un Pérez de Tudela y que subir el Penyagolosa va a parecerte un bucólico paseo mañanero sobre una colina, como para estirar las piernas. Contemplar esas maravillas debe ser un sueño pero ganárselas día a día con el esfuerzo que hacéis debe compensar cualquier cansancio y debe dejar recuerdos que el "turista" al que llevan en sillita de rey no podría comprender. Sigue viviendo con intensidad ese recorrido y empapa tus pupilas con cada imagen para podérnoslas explicar al regreso. Feliz año te desea quien pasaría el frío que tu pasas y la fatiga que tu tienes por ver esa naturaleza lejana y esa vida en su medio.

El papá de Ferran