EN BUENOS AIRES EL TANGO Y LA BOCA

Si el tango es un sentimiento triste que se baila , el barrio de La Boca es la tristeza pintada de colores, pero unos colores dispuestos para el turista que llega en autobús y recorre los alrededores de la calle caminito. Pero eso no es la Boca.La boca es adentrarse en las calles cercanas al campo de futbol, aventurarse por sus casas desoladas, entonces uno llega a comprender la pasión desmedida por el futbol. Igualmente el tango no es el espectáculo preparado para el turista, el tango se tiene que vivir en las milongas, las salas en las que se enseña y se baila, en las que se tienta la emoción y el olvido. Así fue como anoche fui a parar a la milonga Ideal.Un local abierto en el 1920 y en el que por veinte pesos accedes a la magia de unas paredes de revestidas madera, con grandes espejos antiguos y techos muy altos de estuco. Los faroles a media luz iluminan una pista por la que se desenvuelven los tanguistas y en cada bailarín en cada pareja se adivina una historia. Suena el tango,se aguardan cogidos, concentrados, esperando el compás. Ella pasa su brazo y lo deja colgado sobre el cuello de su compañero. El recorre su espalda descubierta con la mano extendia y cuando se asoma al otro lado, cierra los dedos sobre la carne blanda que aventura el cuerpo entero......... hay tanto por decir, que hoy sólo dejo aquí escrito la mudez de los ojos mientras bailaban y la sonrisa amplia con la que decían al mundo que en ese instante todo el universo se quedaba resumido en la emoción profunda del tango.
Hoy parto a las 11 de la noche aunque nadie asegura cuando conseguiré llegar, he viajado tan lejos...........